Beneficios de los Embutidos Ibéricos

Los embutidos ibéricos no solo son una auténtica delicia, sino que también pueden ser muy beneficiosos si sabes cómo introducirlos en tu dieta. ¡Y es que te pueden ayudar a cuidar de tu salud! Solo debes tener en cuenta la cantidad de proteínas y grasas que tiene cada fiambre por separado, y apostar siempre por productos de gran calidad. Sobre todo, es importante conocer sus ingredientes, ver si han sido elaborados de la forma más adecuada, ¡y estudiar bien el etiquetado! Hoy te vamos a ayudar a incorporar de la forma más saludable los embutidos en tu dieta, ¡así que sigue leyendo! 

Definición de embutido ibérico 

¿Qué son exactamente los embutidos ibéricos?, puede que te estés preguntando. Pues bien, estos son productos cárnicos que se elaboran principalmente a partir de cerdos de raza ibérica. Estos cerdos son muy valorados por la increíble calidad de su carne, así como por el sabor que tiene. Y, cómo no, por los valores nutricionales que esta suele tener. 

Hay una gran cantidad de embutidos ibéricos diferentes, aunque casi todos suelen contener carne magra de cerdo ibérico, grasa de este animal, sal y algunas especias. Los más conocidos son el jamón, chorizo, lomo, salchichón, morcilla… Y cada uno de ellos tiene unas características concretas que lo distinguen totalmente del resto. 

Embutidos ibéricos vs. embutidos comunes: ¿cuál es la diferencia? 

Imagínate que vas a comprar embutido, y ves que hay lomo ibérico y otro lomo, en el que no se señala su procedencia. ¿Cuál es la diferencia real? ¿Qué es lo que puede hacer que la balanza se decante por el primero? Pues bien, lo que realmente distingue a uno de otro es la procedencia de la carne, así como la calidad de esta. Como hemos señalado, los ibéricos provienen de cerdos ibéricos, autóctonos de nuestra península y con una gran cantidad de grasa infiltrada en su carne. Y es justo este detalle el que marca la diferencia a nivel de sabor. 

Pero no solo esto nos habla de las diferencias entre un tipo de embutido y otro. También cambia el tiempo de curación, puesto que en el caso de los ibéricos este es mayor, algo que influye tanto en el sabor como en la textura. Y, por supuesto, todo esto también incide de forma directa en el precio. 

Qué tipo de embutido ibérico es el más sano 

Si quieres introducir el embutido ibérico en tu dieta habitual, sin duda querrás saber cuáles son los más sanos. Pues debes saber que hay dos que destacan por encima de todos los demás: el jamón y el lomo ibérico. Se debe, principalmente, a que tienen un mayor contenido en proteínas y un menor contenido en grasas.  

Para que te hagas una idea, el jamón suele tener unos 31 gramos de proteínas por cada 100, así como 20 gramos de grasa. Y el lomo ibérico tiene incluso menos grasas, puesto que baja hasta 15. ¡Y aumenta la proteína! Porque hablamos de un total de 33 gramos. Eso no significa, per se, que puedas consumir tanto jamón y lomo como desees, puesto que las dietas deben tener siempre un equilibrio y una cierta medida. Según la Organización Mundial de la Salud, no se recomienda consumir más de 50 gramos al día de este tipo de alimentos. 

Hay otros embutidos que no son tan recomendables a diario, pero que puedes consumir de forma esporádica sin ningún tipo de problema. Por ejemplo, el salchichón o el chorizo, que son más calóricos que el lomo o el jamón y cuentan con un alto contenido en grasas. Esto no implica necesariamente que debas dejar de comerlos de forma radical, solo que su consumo no debe ser tan habitual como en los ejemplos anteriores. ¡Pero una vez al año (o dos, o tres) no hace daño! Lo importante es siempre la moderación, así como leer las etiquetas de los productos para ver sus valores nutricionales. 

Propiedades de estos embutidos 

Como hemos señalado antes, los embutidos ibéricos no solo son un auténtico manjar, sino que también nos interesan por sus propiedades nutricionales y por sus beneficios. Algunas de las propiedades más interesantes son las siguientes: 

• Cuentan con una proteína de alta calidad, que es totalmente esencial para nuestro organismo y nuestros músculos. 
• Es un alimento muy recomendable para aquellas personas que tengan anemia, puesto que tiene un alto contenido en hierro. De esta manera, puede ayudar a mejorar su salud, siempre y cuando se encuentren dentro de una dieta equilibrada. 
• Asimismo, es importante señalar que algunos de ellos, como el jamón ibérico, son ricos en ácido oleico. Este tipo de grasa monoinsaturada se encuentra también en el aceite de oliva, y se ha granjeado una gran fama por haberse asociado con la reducción del riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. 
• Por si todo esto no fuera suficiente, también es interesante señalar que estos embutidos cuentan con una gran variedad de minerales esenciales, como pudiera ser el hierro, el zinc, el selenio… Y muchas vitaminas, entre ellas del grupo B, que son cruciales en nuestro organismo. 
• Y, por último, no podemos dejar de reseñar que muchos de ellos contienen una gran cantidad de antioxidantes naturales. Por ejemplo, el jamón ibérico de bellota contiene vitamina E y selenio, que ayudan a proteger a nuestras células del daño oxidativo. 

Aunque no es oro todo lo que reluce: también tienen, en muchos casos, un alto contenido tanto en grasa como en sal. Así que se deben introducir siempre de forma moderada, dentro de una dieta equilibrada y muy variada. 

Impacto en la dieta mediterránea y salud cardiovascular

Los embutidos ibéricos, consumidos con moderación y como parte de una dieta equilibrada, han sido asociados con los principios de la dieta mediterránea. Esta dieta, reconocida por sus beneficios para la salud cardiovascular, se caracteriza por el consumo equilibrado de grasas saludables, frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Los embutidos ibéricos, al aportar ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, promueven el equilibrio lipídico en el organismo, contribuyendo a la reducción del colesterol LDL, el llamado «colesterol malo», y aumentando el colesterol HDL, considerado beneficioso para la salud cardíaca.

Cómo incorporar embutidos ibéricos en tu dieta de forma equilibrada 

Entonces, ¿cómo podemos introducir los embutidos en nuestro día a día de forma saludable? En primer lugar, te recomendamos apostar siempre por los que tengan una menor cantidad de grasas, especialmente si los quieres introducir en tu dieta habitual. Además, te recomendamos que apuestes siempre por productos cuya procedencia sea conocida. Que sean de calidad, con garantía de origen, certificados y cuyo etiquetado pueda demostrarlo. 

No solo eso, sino que también te aconsejamos que reserves algunos para ocasiones algo más especiales. Como, por ejemplo, la morcilla. Eso no significa que no la comas nunca, ¡solo de forma esporádica! 

Por último, te recomendamos introducirlos en porciones siempre controladas. Porque no hace falta comer mucho jamón ibérico para disfrutar de su inigualable sabor y textura. 

Factores a considerar al consumir embutidos ibéricos

Antes de consumir embutidos ibéricos, es importante tener en cuenta varios factores. La calidad del embutido, su procedencia, el tipo de carne utilizada y el proceso de elaboración son elementos esenciales a considerar. Optar por embutidos de calidad, elaborados con carnes magras y con procesos tradicionales, puede asegurar un producto más saludable. Además, el tamaño de las porciones y la frecuencia de consumo son factores relevantes; se recomienda disfrutarlos de manera moderada y no como parte diaria de la alimentación para mantener un equilibrio nutricional.

💡 Aprende a conservar embutidos ibéricos de forma correcta.

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