Maridaje del Jamón Ibérico. Las Mejores Opciones

El jamón ibérico es una joya culinaria capaz de conquistar, por sí mismo, millones de paladares a lo largo del mundo entero. Y es que tiene la combinación perfecta entre un sabor único y una textura extremadamente delicada, un contraste que encaja a la perfección. Si ya de por sí el jamón es un lujo, cuando apuestas por explorar entre las diferentes opciones de maridaje que este ofrece, se convierte en un milagro culinario. Justo de esto queremos hablar hoy: del maridaje del jamón ibérico, las claves de este y qué opciones son mejores. Dependerá mucho tanto de tus gustos personales como de lo atrevido que seas a la hora de probar nuevos sabores. Aunque, en este sentido, te recomendamos que experimentes al máximo ¡y que disfrutes con el proceso! 

Introducción al maridaje del jamón: ¿por qué es importante? 

El maridaje es, en realidad, un arte. Y, como tal, busca siempre la armonía entre la comida y la bebida, buscando ofrecer combinaciones dispares. Estas pueden servir para potenciar ciertas notas del vino, o para darle aún más intensidad al jamón, o para sorprender a tu paladar con notas discordantes. Todo va a depender del acompañamiento que elijas para el jamón, puesto que no todas las bebidas ofrecen los mismos resultados. 

Si ya de por sí el jamón es una delicia, en el momento en el que descubras lo que un buen acompañamiento puede hacer, descubrirás un mundo totalmente nuevo de sabores. La clave es conocer algo sobre el maridaje con bebidas como vino o cerveza para, de esta manera, saber qué escoger en base a lo que busques conseguir. Y justo en eso queremos ayudarte hoy. 

Tipos de jamón: características y diferencias en el sabor 

Lo primero que debes tener en cuenta es que hay diferentes tipos de jamón y, como tal, diferentes sabores y texturas. Por ejemplo, nada tiene que ver un jamón ibérico con un jamón serrano. Mientras que el primero es mucho más intenso, el segundo es más suave, más salado. Y también cambia la textura, puesto que este último es más fibroso.  

También dentro de los jamones ibéricos hay diferencias, puesto que depende tanto de la raza como de la alimentación y, por supuesto, de la curación.  

• Según la alimentación, podemos distinguir tres tipos diferentes: 
  • Ibérico de bellota: es el que mayor calidad tiene, y su sabor es mucho más intenso. Además, es el que mayor cantidad de grasa infiltrada tiene. 
  • Ibérico de cebo de campo: en este caso, tenemos un sabor ligeramente menos intenso que en el anterior. 
  • Ibérico de cebo: al basar su alimentación en pienso, su calidad es inferior, y eso se nota en un sabor mucho más suave.
  • Ibérico de cebo de campo: en este caso, tenemos un sabor ligeramente menos intenso que en el anterior. 

• Según la raza: cuando hablamos de cerdos que son 100 % ibéricos, solemos hablar de un jamón que tiene una mayor cantidad de grasa infiltrada. Pero eso no implica que los jamones que se obtienen de cerdos que han sido mezclados sean de menor calidad, puesto que nada más lejos de la realidad. Es más, siempre que sea ibérico, ¡la calidad es incuestionable! Por otra parte, tenemos el conocido como jamón serrano, que procede de otro tipo de raza. Y si bien es cierto que su sabor es más suave, ¡continúa siendo una delicia! 

Lo que te recomendamos que revises siempre es el etiquetado del jamón, puesto que en España es muy claro: 

• Etiqueta negra: hablamos de jamón que es 100 % ibérico, y que se ha alimentado a base de bellotas. 
• Etiqueta roja: en este caso, el porcentaje de ibérico es de entre el 50 % y el 75 %. Y, de nuevo, su base alimenticia son las bellotas. 
• Etiqueta verde: son cerdos que se han alimentado a base de pienso y pastos, y cuyo porcentaje de ibérico varía entre el 50 % y el 100 %. 
• Etiqueta blanca: esta última se reserva para los jamones de cebo, independientemente de su porcentaje de raza ibérica.

💡 Aquí podrás encontrar más información acerca del etiquetado del jamón ibérico

Principios básicos del maridaje: cómo combinar sabores con jamón 

Ya lo conocemos todo sobre el jamón, ahora pasamos a ver los principios básicos del maridaje. Lo primero que debes saber es que no existe una única pareja ideal para este alimento, puesto que todo va a depender de tus gustos. Sí es cierto que es imprescindible que la calidad de la bebida y del alimento sean similares, y que haya un equilibrio tanto entre los sabores como entre los aromas. No se debe maridar jamón con una bebida que enmascare el sabor de este, puesto que lo que se debe buscar siempre es potenciar esos puntos fuertes. 

No solo existe el maridaje por armonía, sino también por contraste, mucho más llamativo porque potencia incluso más el sabor. Nosotros te recomendamos que apuestes siempre por ofrecer diferentes alternativas en caso de que vayas a organizar una comida, porque eso marcará por completo la diferencia. 

Maridaje clásico: vinos que complementan el jamón 

Comenzamos, cómo no, con los vinos. ¡Todo un acierto si buscas un maridaje elegante! 

En primer lugar, encontramos los vinos blancos. Estos destacan por su frescura y por su acidez, que encajarán a la perfección con el jamón. Y es que se integran a la perfección con el jamón, destacando aún más su salazón. Es precisamente esa acidez de la que hemos hablado la que intensifica mucho más el sabor del jamón, consiguiendo llenar nuestro paladar. 

¿Eres más de vinos tintos? ¡Estos son un acierto seguro! Tanto los de reserva como los de crianza se han emparejado de forma tradicional con el jamón. Siempre se ha reseñado la necesidad de que sean vinos jóvenes, sin demasiada intensidad, para no opacar al jamón.  

Si eres de los que apuesta por champán o cava, debes saber que es una apuesta arriesgada… ¡Pero muy satisfactoria! Porque la combinación entre las burbujas y la textura grasa del jamón es totalmente innovadora y rompedora. 

Cervezas y jamón 

La cerveza encaja a la perfección con el jamón, y con prácticamente cualquier carne. Y es que ese amargor que esta bebida trae consigo hará que se intensifique el sabor del jamón, especialmente ese regusto que la grasa suele dejar. Lo mejor es apostar por cervezas que no tengan demasiado cuerpo, para que así el paladar no colapse ante la intensidad. 

Otras bebidas que realzan el sabor del jamón 

En caso de que quieras probar otras bebidas diferentes, puedes apostar por la sidra. Esta equilibra a la perfección la dulzura y la acidez, consiguiendo así un contraste delicioso en el paladar. Otra alternativa interesante puede ser el vermut, puesto que es una bebida compleja, intensa, que puede darle un toque incluso más interesante al jamón. 

Maridaje del jamón con quesos, panes y otros acompañamientos 

Más allá de las bebidas, debes saber que el jamón encaja bien con cualquier tipo de alimento en general. Aunque nosotros te recomendamos apostar siempre por el pan, cuya textura crujiente encaja a la perfección con la tan afamada textura del jamón. Y, cómo no, con todo tipo de quesos. Si preparas una tabla con diferentes variedades de queso, descubrirás que tus invitados van a disfrutar como nunca experimentando por sí mismos. 

¡Aunque estos no son los únicos acompañamientos aptos para el jamón! Prueba también con las aceitunas, e incluso con otros salazones, que harán que esa intensidad del jamón recobre incluso más fuerza.  

Maridajes innovadores y creativos con jamón 

Para aquellos que sean más atrevidos, tenemos una alternativa perfecta: el sake con jamón. Esta bebida típica de Japón se elabora con arroz, y tiene un proceso de elaboración muy similar a la cerveza. Es más, es mucho menos ácido que cualquier vino, pese a que se suela comparar con este. Su sabor es elegante, suave, está lleno de matices muy dispares, y es capaz de resaltar a la perfección el conocido como umami del jamón ibérico. ¡No querrás dejar de comerlo en cuanto lo pruebes! 

En caso de que quieras maridar el jamón con alguna comida que te sorprenda, apuesta por frutas como el mango o la piña. Sí, todos hemos oído el jamón con melón, ¡pero nosotros queremos darle un giro a esto! Notarás que la mezcla es ideal, sobre todo por lo fresca y llamativa que es. Sorprende a tus comensales, y consigue que se hable de tu comida durante meses con estas combinaciones.