Ideas para aprovechar el hueso del Jamón

21 Sep 2023

No serás de los que tira el hueso del jamón, ¿verdad? ¡Pues muy mal! Nosotros, como fanáticos del aprovechamiento, te vamos a enseñar absolutamente todo lo que puedes hacer con él. Porque hay infinidad de recetas y platos en los que lo vas a poder introducir para sacarle el máximo partido a tu jamón, y te garantizamos que te van a gustar absolutamente todos ellos. Para convencerte de que los pruebes, nada como contarte cuáles son los beneficios de este hueso, cómo cortarlo para sacarle partido y poder conservarlo y, sobre todo, ¡recetas! Sigue leyendo, porque no te lo vas a querer perder. 

jamón prácticamente en el hueso

Beneficios nutricionales del hueso de jamón  

Puede que pienses que los beneficios nutricionales del jamón acaban en la propia carne, y nada más lejos de la realidad. Porque el hueso también es de buena calidad, ¡y esto es algo que notarás en sus propiedades! Está compuesto sobre todo por cartílago, tejido que conecta la carne con el hueso y algo de carne; en sí mismo, no parece aportar nada. Pero, en realidad, depende del partido que le saques. Porque el hueso del jamón es una gran fuente tanto de colágeno como gelatina. Y el colágeno es esencial para nuestro organismo, puesto que nos ayuda a tener tejidos más fuertes y nos permite mantener los músculos flexibles. 

Asimismo, es interesante señalar que son bastantes las investigaciones que aluden que el colágeno puede tener propiedades antiinflamatorias en nuestro organismo. Y la gelatina puede hacer que nuestra salud digestiva mejore, puesto que se encarga de cuidar el revestimiento nuestro tacto gastrointestinal, ayudándonos así a tener mejores digestiones. 

No solo eso, sino que, si te decides a hacer un caldo con este hueso, podrás aprovechar la gran cantidad de minerales esenciales que tiene. Como magnesio y calcio, por ejemplo; mientras que el primero es crucial en nuestras funciones musculares y nerviosas, este último es muy importante para la salud de nuestros huesos. ¡Y de nuestros dientes! Todo depende de cómo lo uses. 

Cómo se deben cortar los huesos del jamón 

Comencemos con lo más básico: ¿cómo cortamos el hueso del jamón? Porque puede parecer fácil a priori, pero tiene algo de misterio si no sabes cómo hacerlo. Y es muy importante hacerlo bien para sacarle todo el partido.  

En primer lugar, debes saber que necesitas contar sí o sí con unas herramientas. ¡Aunque puede que ya las tengas en tu cocina! Necesitarás una tabla de cortar que sea resistente, para que puedas manejar bien el hueso. Y, a esto, habrás de añadirle un cuchillo muy afilado. Debe permitirte cortar de forma precisa, puesto que solo así te asegurarás de cortar bien el hueso. Si, además, tienes unos guantes metálicos que protejan tus manos de los posibles cortes, mejor. No son indispensables, pero sí que te evitarán problemas en caso de que te despistes. 

Pasamos a ver los pasos que debes seguir: 

  • En primer lugar, preparamos el hueso, lavándolo y eliminando todo tipo de residuos. Puedes secarlo a posteriori, para que te resulte más fácil manejarlo. 
  • Colócalo en el tablero de tal manera que puedas manejarlo cómodamente, quedando siempre estable y seguro. 
  • Realiza un primer corte a lo largo de todo el hueso, siguiendo la forma natural de este. De esta manera, podrás obtener trozos perfectos para caldos o para hacer un buen concentrado. Si quieres conseguir trocitos más pequeños, siempre puedes hacerlo en rodajas. 

¡Y ya lo tendrás todo listo! Al final de este post encontrarás formas de conservar y almacenar el hueso, tanto en el congelador como en el frigorífico, dependiendo de cuándo los vayas a usar. 

Usos creativos para el hueso de jamón en cocina  

Lo primero que te vendrá a la mente cuando hablemos de aprovechar el hueso del jamón será hacer un caldo, sin duda alguna. Y es cierto que es una de las primeras recetas que hemos de recomendarte, porque es un rotundo éxito. Aportará ese toque de sabor, salazón y profundidad que cualquier sopa necesita, y te hará disfrutar mucho más del resultado final. ¡Y sin aportar prácticamente ninguna caloría! Basta con agregar los trozos de hueso cuando la olla tenga el agua hirviendo, acompañándolos de otros ingredientes que te parezcan interesantes. 

El truco de echarlo al agua hirviendo no sirve solo para sopas y caldos. También lo puedes usar como saborizante para un buen plato de pasta, ¡o para uno de arroz! Si lo echas al agua de la cocción, notarás mucho más sabor en el resultado final. Otro tanto de lo mismo sucede con el risotto, que también se cuece en agua y tiene un ligero caldo. Si usas huesos de jamón, ¡no querrás volver a probar otro tipo de risotto jamás! Tampoco queremos olvidarnos de legumbres como las lentejas o los garbanzos que potenciarán su sabor con un buen hueso de jamón ibérico.

lentejas con jamón

Por supuesto, también puedes usarlo para preparar salsas. El hueso puede servir como base, aportándole así ese toque distintivo a la salsa. Te recomendamos empezar con una reducción de vino y hierbas, que puede ser un gran acompañamiento con platos de carne o incluso con pasta.  

Para que no te quedes a medias, aquí ampliamos ideas de uso:

El caldo o fondo de jamón: base para tus platos

El hueso del jamón es un ingrediente ideal para elaborar caldos ricos en sabor. Al hervir el hueso en agua con verduras aromáticas, se obtiene un caldo o fondo de jamón que realza el gusto de tus platos. Este caldo puede ser la base para sopas, arroces, guisos o cualquier plato que requiera una base aromática. Su profundidad de sabor añade una dimensión extra a tus recetas, ofreciendo una esencia característica del jamón que hace tus platos más sabrosos y auténticos.

Saborizante para guisos y salsas

El hueso del jamón es un excelente saborizante natural. Al agregar un trozo de hueso a tus guisos, estofados o salsas, se infunde el plato con su característico sabor ahumado y salado. Su presencia aporta una complejidad gustativa única, realzando la profundidad de los sabores y añadiendo una dimensión única a tus preparaciones.

Elaboración de consomés y sopas reconfortantes

El hueso del jamón es ideal para la elaboración de consomés y sopas. Al cocinarlo a fuego lento en agua con hierbas aromáticas y vegetales, se extraen sus sabores intensos, creando un caldo concentrado que, al filtrarse, resulta en un consomé claro y sabroso. Este líquido puede ser la base de sopas, caldos y consomés que destacan por su profundidad de sabor.

Enriquecimiento de legumbres y potajes

Agregar el hueso del jamón a la cocción de legumbres, como lentejas, alubias o garbanzos, potencia el sabor y enriquece estas preparaciones. El hueso aporta un sabor único y aromático que se fusiona con los ingredientes, elevando el resultado final de tus platos de legumbres y potajes.

El hueso como aroma en platos al horno

Incluir el hueso del jamón en platos horneados, como asados de carne, aves o vegetales, añade un sutil aroma ahumado que se infunde en los alimentos durante la cocción. El hueso, al calentarse, libera sus sabores, realzando los platos y aportando una profundidad adicional a la experiencia gustativa.

Elaboración de salsas y aderezos especiales

El hueso del jamón puede ser la base para la elaboración de salsas y aderezos especiales. Al cocinar el hueso en líquidos como vino, vinagre o caldo, se puede reducir para crear salsas concentradas que realzan el sabor de platos como carnes, pescados o pastas. Estas salsas, al incorporar el sabor del jamón, aportan complejidad y riqueza a tus creaciones culinarias.

Conservación y almacenamiento de los huesos del jamón  

Es importante que sepas cómo conservar el hueso, para que así te dure el máximo tiempo posible. Sobre todo, si tienes una gran cantidad, y crees que podrás sacar diferentes recetas del mismo hueso. Lo más cómodo es ayudarte de bolsas de congelación, e introducirlos directamente en el congelador. La ventaja de esto es que se conservarán durante meses, incluso, sin perder ni un ápice de calidad. Eso sí, asegúrate de guardarlos limpios y secos. 

Cuando los vayas a descongelar, lo mejor es que los dejes tres o cuatro horas en el frigorífico. No los dejes a temperatura ambiente, puesto que eso podría promover que proliferasen las bacterias. Además, te recomendamos que, al guardarlos, los etiquetes, indicando la fecha en la que los has guardado; así sabrás en qué orden consumirlos. 

Con estos consejos que te hemos dado, ¡seguro que ahora te aventuras a darle una segunda oportunidad al hueso del jamón! Y es que así es como se consigue maximizar el aprovechamiento de un alimento tan rico, saludable y delicioso como el jamón.