Tirosina, los puntos blancos del Jamón Ibérico

6 Ago 2019

La aparición de la tirosina aparece en animales que han llevado una dieta baja en sal, y por tanto, equilibrada, ¿lo sabías?

loncha de jamón

En muchas ocasiones se comenta que aparecen en los jamones que se han alimentado de un tipo de bellota, e incluso muchas personas creen que son granos de sal, claramente hay un gran desconocimiento de qué es realmente.

Qué es la tirosina

La tirosina se trata de uno de los 20 aminoácidos que forman las proteínas. Se forman en la fase de maduración del jamón y no tiene porque ser síntoma de calidad, puesto que entran en juego más factores, pero si que indica que el jamón ha pasado por una fase de curación lenta y artesanal.

A medida que el jamón se seca y madura lentamente, se produce una reacción química conocida como proteólisis, que descompone las proteínas en aminoácidos más simples, entre ellos, la tirosina.

¿Se puede comer la tirosina?

Pero, ¿se puede comer? seguro que te lo habrás preguntado, la respuesta es sí. Es verdad que a veces pueden aparecer en un tamaño mayor, por lo que su dureza pueden notarse al masticar, pero no conllevan nunca a un problema sanitario, al contrario, tiene una serie de funciones y beneficios corporales.

En términos de sabor, la tirosina juega un papel importante en la percepción gustativa del jamón. Los cristales de tirosina tienen una textura crujiente y un sabor salado y ligeramente dulce. Al masticar el jamón, estos cristales se deshacen en la boca, liberando su sabor característico y aportando una experiencia gustativa única.

💡 Ahora que ya sabes que la tirosina del jamón se puede comer sin problemas, te explicamos algunas de las anomalías del jamón más importantes.

Cristales de sabor: ¿Cómo influye la tirosina la experiencia gastronómica?

La presencia de tirosina en el jamón no es solo un indicativo de calidad y maduración, sino también un fascinante factor que influye en la experiencia gastronómica. Estos pequeños cristales blancos son el resultado de un proceso de descomposición de las proteínas durante el curado y añejamiento del jamón, donde la tirosina se cristaliza, dando lugar a una textura ligeramente crujiente y única.

Este fenómeno se observa especialmente en jamones curados durante largos periodos, como el jamón ibérico de bellota, donde la tirosina cuenta la historia de un proceso lento y cuidadoso.

La textura crujiente de la tirosina proporciona un contraste interesante al paladar, complementando la suavidad y jugosidad de la carne. Esta interacción entre textura y sabor crea una experiencia sensorial más rica y compleja, convirtiendo cada bocado en una exploración de contrastes.

Mitos y realidades

A menudo, los cristales de tirosina en el jamón están rodeados de mitos y confusiones. Un malentendido común es que estos cristales indican un producto viejo o de baja calidad. Sin embargo, la realidad es justamente la opuesta. La tirosina es una señal de un proceso de maduración bien ejecutado y es típica de jamones de alta calidad, especialmente aquellos que han sido curados durante largos periodos.

Otro mito es que la presencia de tirosina puede indicar un sabor amargo o desagradable. Todo lo contrario. De hecho, su presencia suele ser un signo de un perfil de sabor más desarrollado y profundo, característico de un jamón bien curado.

Es importante también disipar cualquier preocupación sobre la seguridad de consumir estos cristales. La tirosina es completamente segura para comer y es un aminoácido natural que se encuentra en muchos alimentos proteicos.

En resumen, la presencia de tirosina en el jamón debe ser vista como un signo de calidad y una garantía de una experiencia culinaria excepcional. Desmitificar estos aspectos ayuda a los consumidores a apreciar y disfrutar aún más de este exquisito producto.

💡 Aquí encontrarás más información acerca de los mitos que rodean al jamón

Beneficios

Además de su contribución al sabor, se ha sugerido que la tirosina también puede tener efectos beneficiosos para la salud. La tirosina es un precursor de la dopamina, un neurotransmisor que desempeña un papel crucial en la regulación del estado de ánimo y la función cognitiva. Al consumir alimentos ricos en tirosina, como el jamón, se proporciona al organismo un aminoácido necesario para la producción de dopamina.

  • Ayuda en la producción de la melanina y adrenalina.
  • Mejora la memoria.
  • Favorece el crecimiento del cabello.
  • Produce un efecto antiestrés, previniendo la ansiedad.
  • Incrementa la concentración mental.
  • Mejora el rendimiento muscular.
  • Ayuda a conciliar el sueño.

En conclusión, la aparición de estos cristales en el jamón es el resultado de un proceso de curación lento, artesanal y natural que se produce en el interior de la pieza, pudiendo convertir un jamón crudo en uno de los mayores manjares de la gastronomía.

La próxima vez que disfrutes de un exquisito jamón curado, tómate un momento para apreciar la presencia de la tirosina y su contribución a la experiencia gastronómica.

▶️ Beneficios del jamón serrano en la adolescencia